Escribiendo simetrías

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19 May, 2013 por David Navarro

Hay veces en las que los escritores nos sorprenden con creaciones más allá de los mundos inverosímiles y los personajes poliédricos que definen a la buena literatura. Cada vez más la forma de los textos se utiliza como un elemento de renovación para un arte en el que tal vez pueda parecer que ya todo está inventado. Por ello algunos autores han querido ir más allá de la creación literaria y han elevado el reto de escribir un buen texto a escribir un texto simétricamente exacto. Y así nacieron los palíndromos, o historias capicúa.

Hoy hemos querido recoger algunas de estas maravillas literarias para así hacer un pequeño homenaje al esfuerzo que conlleva realizar un escrito con estas características. Uno de los palíndromos más conocidos, pero sin una autoría certera es el siguiente:

Dábale arroz a la zorra el abad

Algunos otros recogen todavía su sentido en menos caracteres, como por ejemplo:

¿Acaso hubo búhos acá?

Se van sus naves

La ruta nos aportó otro paseo natural

No di mi decoro, cedí mi don

A la catalana banal, atácala

 

Existen algunos más elaborados:

No lata, no: la totalidad arada dilato talón a talón

Anita, la gorda lagartona, no traga la droga latina

 

Y algunos otros son auténticas historias:

Adivina ya te opina, ya ni miles origina, ya ni cetro me domina, ya ni monarcas, a repaso ni mulato carreta, acaso nicotina, ya ni cita vecino, anima cocina, pedazo gallina, cedazo terso nos retoza de canilla goza, de pánico camina, ónice vaticina, ya ni tocino saca, a terracota luminosa pera, sacra nómina y ánimo de mortecina, ya ni giros elimina, ya ni poeta, ya ni vida.

Allí por la tropa portado, traído a ese paraje de maniobras, una tipa como capitán usar boina me dejara, pese a odiar toda tropa por tal ropilla.

 

Escribir un palíndromo requiere mucho esfuerzo y mucho talento, y si no lo creéis, os animamos a intentarlo (¡y esperamos vuestros resultados!). Mientras tanto, podéis seguir deleitándoos con estas aportaciones literarias, que ya forman parte de nuestra cultura, y compartiéndolas con vuestros allegados. ¡No les dejaréis indiferentes!